El Gobierno alcanza más del 91% de apoyo en votaciones, a pesar de los desafíos en el Parlamento | España | EL PAÍS
La vida parlamentaria ha brindado en el último año episodios que ni los más experimentados habían presenciado: proyectos retirados de manera repentina del orden del día, ponencias para la elaboración de leyes canceladas en el último instante, votaciones con desenlaces impredecibles hasta que se enciende el marcador del hemiciclo... Ese Congreso donde en otro tiempo predominaba la rutina de las mayorías absolutas se ha sumido en una atmósfera de incertidumbre. Sin embargo, más allá de los altibajos que, con frecuencia, alimentan los grandes titulares, los datos cotidianos son más prosaicos. Las simbólicas derrotas que ha enfrentado el Gobierno en ciertos asuntos no impiden que, en su balance final, este supere sin contratiempos el 91% de las casi 900 votaciones realizadas desde el inicio de la legislatura.
“A un Gobierno no se le mide solo por el número de leyes aprobadas”, sostuvo Pedro Sánchez la pasada semana al hacer su balance de fin de año. Era una manera de reconocer una obviedad: que la producción legislativa del Ejecutivo se ha ralentizado desde que las últimas elecciones le complicaron aún más la búsqueda de mayorías. La prueba es que ha habido plenos del Congreso que no han completado los tres días de duración habituales al no disponer de temas para los jueves, la jornada que se dedica a las iniciativas legislativas.
Algunos de los aliados parlamentarios de Sánchez, como ERC y PNV, ya le venían advirtiendo de que fuese selectivo con los proyectos que manda al Congreso. Aunque desde dentro del Gobierno, Sumar reclame una posición más activa en ciertos temas, sintetizada en la frase que repite la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz: “Gobernar no es resistir”.